Muchas
fueron las circunstancias que me empujaron a construir un blog sobre arte, una
de estas recuerdo que fue mi proceso de tesis,
el tema planteado fue El arte a través de Internet, y en mis primeros
post y entrevistas para este espacio, trataba siempre de dar ese enfoque, ya
que el tema lo tenia muy presente.
Internet
como base de operaciones de una enorme cantidad de artistas que siguen
aprovechando las diversas ventajas de este medio de comunicación.
Si
existe en la escena actual guatemalteca un artista que toma a Internet como su
base de operaciones lúdicas, es sin duda Maurice Echeverría, ya que hasta el momento además
de tener publicaciones con editoriales reconocidas, nos ha venido regalando su
obra en formato blog, con al menos cuatro novelas y una decena de poemarios.
Escritor
de relámpagos, se hace llamar así mismo. Relámpagos que por instantes dan miedo
pero que también dejan senderos de iluminación y conciencia, que sin duda es lo
que el buen arte debe buscar.
La
primera semana de enero me doy cuenta en
twitter que Maurice, se encuentra
promocionando a través de sus múltiples cuentas su última blog-novela..
No
lo pienso mucho y me dejo llevar, me
dejo ir en el viaje de esta blog nouvelle.
Los
enfermitos
Quizás
para muchos la idea de leer una novela debe ser una especie de ritual, algo
serio y lleno de ideas preconcebidas sobre la literatura universal, pero todo esto en la novela de Maurice queda
desbaratado y lo hace de una manera autentica,
desde el primer capitulo nuestro autor en mención plantea todo un
universo espejo, donde podemos vernos a nosotros mismos, podemos casi palpar el
hombro de cada uno de los personajes para darle consuelo. El lenguaje utilizado es una referencia a lo
que se vive cada día en nuestro país, cada
personaje nos entrega frases muy interesantes, algunas se conducen por si solas, cargadas de vida en medio de un paisaje gris y en lo personal me hicieron reír, reírme respetando al autor, respetando la obra, respetando el entorno, reírme a gusto con la crudeza, con la sangre fría con la que Maurice describe a
cada uno de estos personajes adorables. Enfermos no solo de problemas de
adicción a drogas, alcohol y sexo, sino también de desamor, desamor por ellos
mismos y por la sociedad en la que nos toca vivir, llena de violencia, rencor y
pobreza.
Una
historia muy inteligente donde al final hasta se nos plantea un pasaje en tono
detectivesco, una solución a la trama con un giro inesperado y desesperado,
como cada paso en la vida de estos pacientes que se juntan a conversar sobre
sus procesos de rehabilitación. Sobre lo bueno y lo malo de cada día, sobre como tener FE y RESISTENCIA aunque sea
“Solo por hoy”.
Puntuación: 8 de 10.
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